martes, 29 de junio de 2010

PACIENTES "ABANDONADOS" EN EL RIVAS PIDEN A FAMILIARES QUE LLEGUEN A VISITARLOS

AYUDA: Carlos Antonio Monroy facilitó el teléfono 238-2532 para que Diario de EMPO hablara con una tía suya en Tegucigalpa, pero ayer nadie contestó en ese número.

ABANDONADO: José Héctor Villanueva pide a sus parientes que lleguen a visistarlo a la sala del hospital Mario Rivas.

OLVIDADO: De Jovino Hernández no hay mucha información ya que casi no le gusta hablar con nadie.

Redacción EMPO

SAN PEDRO SULA - Familiares que asisten a sus pacientes en el Hospital Mario Rivas pidieron ayuda ayer al digital Diario de EMPO para tratar de ubicar a los parientes de varios internos que están abandonados por diferentes razones.

Este gesto de solidaridad se vivió ayer, donde personas que por días han auxiliado de varias maneras a pacientes solitarios, notificaron que sólo en la sala de ortopedia de hombres se encontraban tres personas que no cuentan con la ayuda de sus familias.

Carlos Antonio Monroy facilitó el teléfono 238-2532 para que se hablara con una tía suya en Tegucigalpa, pero ayer nadie contestó en ese número.

Mientras un equipo del digital Diario de EMPO recorría la sala de ortopedia de hombres, un menor que estaba en una de las camas pidió que por favor ayudaran a su vecino, quien tiene más de 14 días sin saber de sus familiares.
El solitario hombre dijo llamarse José Héctor Villanueva “y quiero hacer que me ayuden a que mi hermana se dé cuenta de que ya días estoy en el hospital. Ella se llama Jovita Villanueva y vive en la colonia Sandoval. Sé que cuando me mire en el periódico va a venir a verme”, apuntó.

Villanueva, a quien su cuñado le cercenó la mano izquierda por discusiones por un cerco, aseveró que fue traído al hospital desde Santa Rosa de Copán y que su familia no se ha dado cuenta de su estado.

AMIGAS SOLIDARIAS

Mientras José terminaba de relatar su historia, en la puerta del cubículo un grupo de mujeres trajo a un joven de 18 años en una silla de ruedas, con quien han hecho amistad. Este joven tampoco tiene familiares que velen por su bienestar en el centro asistencial.

“Ayúdenle a él también, que tiene dos meses de estar aquí”, dijo una de las féminas.
El muchacho se identificó como Carlos Antonio Monroy y, según relató, recibió un machetazo en su rostro porque no se dejó robar 900 lempiras. El paciente, quien ya está bastante recuperado, dijo que tiene una tía en Tegucigalpa de nombre Rosa Núñez, quien lo puede buscar en la sala de Neurocirugía, en la cama 28.


PACIENTE CIEGO
Al ver al grupo que rodeaba al paciente de la silla de ruedas, otros jóvenes se acercaron y pidieron ayuda para un señor ciego, quien tiene más de 70 días de estar hospitalizado.
“El señor aquí lo ayudamos. Yo, que tengo más de un mes y medio de estar aquí no he visto a ningún familiar de este pobre hombre”, dijo una señora, quien cuida al enfermo de la cama contigua.

Según contaron las personas de las otras tres camas que colindan con la cama 34, él dice que se llama Jovino Hernández Pérez, tiene 40 años y es originario de Danlí, El Paraíso.

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