viernes, 4 de septiembre de 2009

QUINCE AÑOS LLEVANDO AMOR Y VIDA A MENORES VIVIENDO CON EL VIH

ALEGRÍA. los menores que aqui tienen ascilo gozan de areas recreativas para sus ratos libres.




POR EMPO


SAN PEDRO SULA. La Fundación Amor y Vida cumplió el principio de este mes de septiembre sus quince años de servicio brindando un entorno familiar que ha generado vivienda, estudio y cariño a niños portadores del VIH, hasta convertirlos en hombres y mujeres responsables y trabajadores.

Cuarenta menores albergados en esa institución caritativa forman parte del objetivo que ONG’s, iglesias y personas solidarias se proponen día con día, buscando beneficios a estos niños que no poseen padre ni madre.

Becky de Bardales, directora de la Fundación, explica que la experiencia de manejar un grupo como este ha sido la mejor oportunidad de su vida, pues todos los días aprende de los menores albergados.

“Aquí damos educación, salud, vivienda y todo lo que concierne con el crecimiento de nuestros internos”, dijo la funcionaria.Bardales dijo que los niños se tratan con toda normalidad pues tienen el virus casi indetectable con las únicas dificultades que generan enfermedades como gripes comunes. Los retrovirales se los proporcionan en el Hospital Mario Rivas y reciben la ayuda de dos enfermeras.

“Los niños que ya saben de su enfermedad tenemos que comenzar con la ayuda sicológica, pues sea como sea es difícil, no es algo que se puede aceptar de la noche a la mañana”, comentó. Por eso hay varios menores que aún no saben que son portadores del VIH.

HISTORIA
Una de las menores, a quien llamaremos Anita (nombre ficticio), nos describió el trato que las autoridades de esa institución le han brindado desde el primer día que llegó al albergue, hace más de dos años.“Aunque ya no era una niñita, me dieron mi primer comida, me enseñaron mi habitación y me recibieron a lo grande, dándome una gran confianza”, dijo la jovencita.

La adolescente agradeció el apoyo sicológico recibido, pues supo de su enfermedad cuando tenía tan sólo nueve años “ya se imagina usted lo difícil que a esa edad le digan fríamente que uno tiene sida”, comentó.Pese a su fortaleza, la jovencita omite hablar de la posible fuente de contagio o de lo que ha sufrido al permanecer alejada de su familia.

“No me gusta traer esos tristes recuerdos, pues no me gusta llorar porque hay cosas que uno no quiere que le pasen en esta vida” añadió.

FIESTA
Como una antesala a la celebración de su aniversario y del Día del Niño, los miembros de la Fundación Llanto, Valor y Esfuerzo (Llaves), compartieron con los infantes hospedados en esa casa hogar.

En el evento también participaron varios comunicadores sociales, voluntarios de Llaves, quienes cooperaron en un momento de sano esparcimiento, llevando amor y muchos dulces.

En la visita se aprovechó a leer y discutir el contenido de la edición número 15 de la revista Llavecitas, donde conocieron la historia de Antonio, un niño de 12 años, quien vive con su abuela materna, de 80 años, a quien ayuda en la venta de ropa y plátanos.

Antonio es definido en la publicación como un niño tímido que perdió a sus padres a causa del sida. Este año no pudo entrar a la escuela porque no había cupo, pero con sus trabajos de chapeo de solares espera ahorrar dinero y comprar sus útiles para entrar al cuarto grado el próximo año.

1 comentarios:

JDM+ dijo...

Qué bonita la foto de ese niño columpiándose felicidades al que la tomó.